Mi nombre es Kenia, soy arquitecta, esposa, mamá, me gusta escribir, me encanta escuchar y conversar con la gente, pero también disfruto de la paz que encuentro en la naturaleza, de los silencios que restauran el alma en medio de la soledad.
Autor: Keniasalas
El mes en el que llegué a este mundo
Mayo es un mes en el que me gusta hacer el recuento de lo vivido para despertarme por si la costumbre o la rutina de todos los días me han adormecido.
Está bien si a veces tienes ganas de llorar
Llora y saca en forma de lágrimas todo lo que no te deja pensar ni actuar con claridad, todo lo que no te deja disfrutar la vida así, tal y como está.
¡Si Dios cree, yo también creo!
No creo que sean tantos los que solo quieran destruir, creo que quizás no hemos tenido las fuerzas para levantar la voz y hacernos escuchar.
Da lo mismo si tienes 10, 30, 50 o 70
Este blog es por todas, por las que ya no están, por las que con fe seguimos esperando que aparezcan y por las que todos los días deseamos salir bien libradas de los ataques de esos cerebros reducidos.
Es que 16 años no se los brinca cualquiera
Esteban no se imagina de lo que escribiré en el blog de esta semana, será una sorpresa para él cuando se vea en la foto de la portada. Precisamente hoy escribiré un blog muy personal, porque quiero que sea una declaración pública del amor que le tengo.
No estás solo, quizás solo has estado mal acompañado
Tantas risas y carcajadas que podríamos compartir, tantos momentos irrepetibles que se nos están escapando solo por estar mirando para otro lado.
El amor no duele
Y es que, si hay un mal que está consumiendo al mundo actual, es la soledad. Cada día más personas se sienten solas, aunque estén rodeados de muchos, porque la soledad tiene poco que ver con cenar solo, con ir al cine solo, con vivir solo.
Porque no será para siempre
Porque el verano tampoco será para siempre, saca tu silla, ponte tu traje de baño y toma el sol, y admira el cielo azul porque mañana alguna nube no te dejará hacerlo.
Sólo tú sabes la música que te suena adentro
Atenderte es soltar, es estar en paz contigo y tus circunstancias, es aceptar lo que fue y lo que no pudo ser.